Los más vendidos

Los productos más vendidos

Clásicos

Dildos - El mundo de los consoladores está aquí- Tienda Poppers

¿Es tu primera vez con juguetes sexuales? Entonces el consolador clásico es el adecuado para ti. Sencillos de introducir y con formas suaves, los consoladores clásicos son el primer paso hacia el pleno descubrimiento de los placeres de la masturbación femenina y masculina y el aumento de la sexualidad de la pareja.

Pequeño como un dedo, mediano como un pene normal o grande como un pene extragrande, de silicona, goma o metal, recto, curvado, liso o rugoso, el clásico consolador siempre está disponible en diferentes versiones.

Filtros activos

No sólo es el primer consolador entre los consoladores, es el rey, el primero de todos los juguetes sexuales. El consolador clásico es, de verdad, el consolador básico donde todo el mundo se inicia y al que siempre se vuelve para los diferentes juegos eróticos, para utilizarlo tanto solo como acompañado. Divertido y práctico, es el mejor juguete sexual para hombres y mujeres.

¿Utilizando un consolador clásico?

Sencillo, adaptable y juguetón, el consolador clásico lo hace todo para que no lamentes la posible ausencia de un hombre. De este modo, lo convierte en el juguete sexual más versátil e ideal para cualquier tipo de penetración y para cualquier tipo de pareja. Recomendamos introducirlo en la vagina y el anus, después de haberlo lubricado completamente con lubricantes adecuados a base de agua o utilizarlo externamente como estimulador del clítoris o del anus. En este punto, introduzca sólo los primeros 3-4 centímetros en la cavidad elegida: son los más sensibles. Muévelo unos minutos más a esta profundidad y ya está, ¡has "llegado al fondo" del asunto!

Limpieza y mantenimiento del dildo clásico

Aunque no seas la perfecta ama de casa, recuerda que antes o después de su uso, el vibrador debe limpiarse siempre.

Recomendación femenina: no cometas el error de alternarlo con el anus y la vagina indistintamente. Utiliza dos consoladores diferentes, uno anal y otro clásico. Si sólo tienes uno, introdúcelo primero en la vagina y luego en el culo y no al revés. De hecho, el recto está lleno de bacterias que, si entran en contacto con las mucosas vaginales, pueden transmitir infecciones muy irritantes.