Popper: su breve historia

poppers

1. Origen y usos médicos iniciales

Los poppers pertenecen a la familia de los nitritos de alquilo, sustancias incoloras con olor característico, diseñadas originalmente como vasodilatadores. El químico francés Antoine Jérôme Balard sintetizó por primera vez el nitrito de amilo en 1844, lo que marcó el inicio de su uso médico. En 1867, el médico escocés Thomas Lauder Brunton empleó este compuesto como tratamiento para la angina de pecho, demostrando su eficacia al dilatar las arterias y mejorar la circulación coronaria. También se utilizó como antídoto frente al envenenamiento por cianuro, al inducir la formación de metahemoglobina.

2. Transición hacia el uso recreativo

A partir de los años 1960 y 1970, los poppers comenzaron a usarse de forma recreativa. Se difundieron en la comunidad gay, especialmente en clubes, donde su capacidad para inducir una sensación de “rush” (euforia rápida), relajar los músculos y facilitar experiencias sexuales los volvieron muy populares. Con el tiempo, su uso se extendió a otros círculos festivos como la cultura disco, clubes rave y entornos hedonistas.

3. Impacto cultural y legado queer

Según el historiador Adam Zmith en su obra Deep Sniff: A History of Poppers and Queer Futures, los poppers fueron pilares del estilo de vida gay, contribuyendo a moldear identidades queer al ofrecer momentos colectivos de liberación corporal y sexual. También destaca cómo estos productos se comercializaron en medio de la era del SIDA, convirtiéndose en símbolos de una cultura resistente que aspiraba a utopías más inclusivas.

4. Efectos farmacológicos y riesgos potenciales

Al inhalarse, los poppers provocan una vasodilatación inmediata, incremento del flujo sanguíneo y una breve caída de la presión arterial, lo que produce sensaciones de calor, euforia y mareo. Actúan como relajantes musculares, facilitando la excitación sexual en algunos contextos.
Aunque su uso es generalmente seguro, existen riesgos: quemaduras químicas, daño ocular (maculopatía) —especialmente con isopropil nitrito—, cefaleas, mareos, visión borrosa o, en casos extremos, pérdida de visión . Además, la manipulación con las manos o la ingestión del líquido puede ser letal. Mezclarlos con alcohol o medicamentos como Viagra aumenta el riesgo cardiovascular y puede ser fatal.

5. Marco legal: variaciones geográficas

La legalidad de los poppers varía ampliamente. En Europa, desde 2007, el isobutil nitrito está prohibido, mientras que sus sustitutos como el isopropil nitrito están permitidos en muchos países.
En Francia, la venta de poppers con nitrito de butilo fue prohibida en 1990, ampliada en 2007, pero revertida en 2009 por el Consejo de Estado, que instauró regulaciones sobre etiquetado y venta responsable en lugar de una prohibición total.
Otros países europeos como Alemania, Bélgica, Suiza o Reino Unido permiten su posesión, aunque su venta está regulada. En Canadá y EE. UU., su venta recreativa está prohibida, aunque muchas veces se comercializan como ambientadores o limpiadores de cuero para sortear las restricciones.

6. Conclusión: una sustancia de historia compleja

Los poppers han recorrido un largo trayecto: desde su origen como medicamento cardiovascular del siglo XIX hasta convertirse en un símbolo cultural emblemático en fiestas y comunidades queer. Su efecto elegante, breve y potente los ha consolidado como herramientas de placer y libertad, pero su uso exige responsabilidadmoderación y prudencia sanitaria y legal. Conocer su historia, sus riesgos y entorno legal es clave para usarlos con mayor seguridad y conciencia.